Todo un éxito: SEMBRANDO SONRISAS

Por Roberto Guerra

La mañana del 10 de Octubre comenzó con más de 60 alumnos de la Universidad Adolfo Ibáñez, repartidos en dos buses, que se bajaron para dirigirse hacia tres distintos jardines infantiles de escasos recursos dentro de la comuna de Peñalolén a cooperar, cada uno, con un granito de arena para dibujar una sonrisa en la cara de los niños. Los tres jardines involucrados fueron Montahue, Mundo del Niño y Los Enanitos, y estuvieron muy contentos de recibir la breve pero muy alegre visita.

Sembrando Sonrisas se ha realizado en tres distintas ocasiones en el pasado, una vez por semestre, y busca aumentar el número de visitas a medida que vaya aumentando el interés por la acción social dentro de la UAI. Este es sólo uno dentro de varios proyectos del grupo de Acción Social, entre los cuales está Trabajos de Verano y Trabajos de Invierno cuyo objetivo es entregarle un hogar, cariño y dedicación a familias en riesgo social.

“Recuerden, cuando nos bajemos lleven una sonrisa, traten de involucrar a las tías para que no se sientan excluidas. Transmitámosles el sentimiento real del por qué vinimos; estar con ellos, darles cariño.” señaló una de las encargadas de jardín dentro del primer bus momentos antes de llegar al primero. La actividad, llevada a cabo por Acción Social, consistió en pasar tiempo con los niños y empezó con la representación de una breve obra infantil que les transmitiera una bonita y simple lección. Después, les dieron distintos dibujos para jugar y alentarlos a que pinten, pasen un buen tiempo, y sonrían.

“¿Y mi canción?” le preguntó una pequeña niña al profesor Fernando Erbetta, quien también fue con el grupo de acción social a sembrar sonrisas. Pese el gran lapso de tiempo que transcurrió entre la última visita y la reciente, ella se acordó de haber recibido este regalo de cariño y como un imán se lanzó a sus brazos. Ella, igual que muchos otros niños recuerdan cada visita, cada gesto.

Marcaron las 12:30pm y llegó el bus para pasar a buscar al grupo de voluntarios.
“Que rico que hayan venido, ¡estamos muy agradecidas! ¡Ojalá pueden volver pronto! Si quieren venir solos, o quieren armar otro grupo, sólo llámenme y lo organizamos. Muchas gracias por todo!” Insistió una de las tías del jardín infantil Montahue a eso de las 12:45pm, cuando los alumnos recién pudieron empezar desaferrarse, encariñados ya con los niños.